TRISTEZA
Poco a poco me estoy perdiendo,
miro al espejo y no me encuentro,
como sal en agua me voy diluyendo,
ni el trino alegre del noble jilguero
que indica que esta amaneciendo,
ni el canto del grillo mueve mi tiempo.
Los días vienen y van dejando su huella
de abandono, soledad, llanto y tristeza.
En la mesa han quedado falsas promesas,
sueños triturados, copas y vino añejado.
Se ve un camino incierto, perdido
entre pastizales y matorrales crecidos,
una mujer solitaria de vez en cuando regresa,
y entre lagrimas invisibles escribe sus penas.
Luz Elena Sepúlveda
Me agradó, sobretodo el comienzo. La realidad plasmada en escritos.
ResponderEliminarGracias por comentar, un abrazo.
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