DESPEDIDA
Me despido para siempre de ti,
estos son los últimos momentos,
el día final, la última noche que
paso recordando tus lamentos,
te quejabas tanto de mi y no lo vi,
tuve que sufrirlo para entender
la falsedad que envuelve tu ser.
Prefiero divagar en la soledad,
vivir sin mascaras en el olvido,
calmar mi ansiedad con la verdad,
no con las promesas falsas que
los dos sabíamos nunca cumplirás.
Te aseguro que ya no sufriré
Tu mala entraña no fue letal,
mi raíz es fuerte y sigo en pie,
no he de negar que tambaleaste
mi fortaleza como un huracán
que pega sin avisar, mas cual
palmera que casi cae y se yergue
fui tomando de Dios su bondad.
Adiós. Germinaran los sueños,
quedara en el olvido tu falsedad.
Luz Elena Sepúlveda
Un adios definitivo en el sentimientos de sus versos. Un abrazo. carlos
ResponderEliminarAsí es Carlos, más solo Dios tiene la última palabra. Gracias
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