PIANO, PIANO

PIANO. PIANO

El viejo piano no deja de llorar,
mis manos se deslizan por sus teclas
tratando de calmar mi ansiedad,
las alas de mis sueños me transportan
al compás de esta melodía

de añoranza y soledad.
Se refugia mi alma entre tus notas,
se doblega el deseo de esconderme
en el viento, en el tiempo, en el mar.
Piano, piano,
alma, risa, llanto, amor, pasión, afinidad,
se crispan mis manos, se confunde mi llanto
y vuelo entre tus notas, vuelo, vuelo, alto.
Evoco la sombra de su aliento en tu sonido,
se aviva la fuerza del deseo escondido,
se descubre el secreto hermético de mi lamento.
Piano, piano,
en idioma primitivo desnudas mi alma,
entregas el sueño de mis años,
un sueño que ahora has despertado
entre el compás de espera de mis penas,
y un intimo letargo de conciencia,
que traiciona la débil fortaleza de mi andar.
Piano, piano,
sentimiento abstracto doblegado,
entre las notas de añoranza y soledad,
quiero encontrar en tu sonidos,
la prolongación de sus besos tan amados,
el calor de su cuerpo,
al roce de tus teclas en mis manos,
las entregas repetidas tantas veces,
en el sitio en que juramos amarnos.
Piano, piano,
ya deja de llorar.

Autora: Luz Elena Sepúlveda